La corrupción y la impunidad que están caracterizando los últimos meses de la administración calderonista, también son acompañados por una intensificación de la violencia por la guerra al narcotráfico y la agudización de la pobreza en todo el país. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía revelan que entre 2008 y 2010 los ingresos de los hogares mexicanos cayeron 12.3 por ciento en términos reales de acuerdos a la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares que realiza cada dos años el INEGI. Durante el año pasado los hogares mexicanos tuvieron un ingreso promedio de 34 mil 935 pesos trimestrales, es decir, 11 mil 646 pesos al mes, mientras que en 2008 su ingreso trimestral era de 39 mil 823 pesos equivalentes a 13 mil 274 pesos mensuales. La caída coincide con la crisis económica que se prolongó desde octubre de 2008 a la primera mitad de 2009, durante la cual la población de ingresos medios y altos fue la más afectada.
Las familias mexicanas de menores recursos tuvieron que sacrificar el gasto de rubros indispensables como alimentos, salud y vivienda, por los menores ingresos que tuvieron el último año. De acuerdo con dicha encuesta, mientras que en 2008 las familias más pobres del país canalizaban 2.2 por ciento de su ingreso total a la salud, el año pasado apenas le destinaron el 1.9 por ciento. Para vivienda, los hogares más pobres gastaron 8.3 por ciento, mientras que dos años atrás la proporción del gasto equivalía a 9 por ciento. En cuanto a alimentos, bebidas y tabaco, la proporción del gasto fue de 48.8 por ciento de su ingreso total, cuando en 2008 fue de 48.9 por ciento.
Lilia Arellano