Con legisladores a su favor en el Congreso, lograron que avanzaran leyes secundarias en el Senado, que permiten una mayor concentración, más publicidad, y no habrá declaratoria de preponderancia por servicios sino por sector.
Los legisladores optaron por no tocar a las televisoras, e incluso les dieron lo que pidieron, en las leyes en materia de telecomunicaciones y radiodifusión, concluyeron Denise Dresser, Lorenzo Meyer y Sergio Aguayo.
En la Mesa Política de Noticias MVS, primera emisión, los analistas abordaron la aprobación de las leyes, la madrugada del sábado.
Dreser consideró que es una mala noticia para quienes esperaban una mejor televisión, y una autoridad reguladora más fuerte.
La politóloga señaló que hubo un “sometimiento de legisladores frente a televisoras”, quienes “le dieron a Televisa todo lo que quiso”.
Además apuntó que le arrebataron facultades al Instituto Federal de Telecomunicaciones, en un debilitamiento respecto a lo que se había establecido en la Constitución.
Las leyes, dijo, “benefician a quienes quieren gobernar el país”.
Entre los puntos que enlistó Denise se encuentran: facultades de “censura” a la Secretaría de Gobernación; capacidad de opinar a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes; quita al IFT posibilidad de declarar preponderancia por sector; aumenta publicidad en la televisión; margina a radios comunitarias e indígenas.
“N hay buena regulación al final del día”, resumió. “Acaba otorgando privilegios a Televisa… el gobierno revela con mucha claridad para quién está gobernando… una ley que corre en contra del interés público, vamos a pagar costo durante muchos años”, finalizó.
Por su parte, Aguayo mencionó que Televisa y Azteca dejaron de ser empresas y ahora son un partido político, que tiene legisladores a su servicio en el Congreso .
Refirió que las televisoras tienen a sus representantes a través del PRI y Partido Verde; “está claro quiénes están aliados con empresas”.
El académico adelantó que las leyes secundarias podrían provocar una “posible acción de inconstitucionalidad”, por parte de quienes piensan que varias de las reglas van contra lo establecido en la Constitución.
En temas como este, lo que está en juego es el modelo de democracia que tenemos; el asunto de fondo que tenemos que discutir, dijo, es si tienen derecho o no las grandes empresas a tener una representación en el Congreso.
A las televisoras las calificó como un “animal político”, frente al cual los legisladores les “temblaron las rodillas” y prefirieron negociar. Agregó que queda la duda qué fue lo que negoció el grupo calderonista con las televisoras, pues fue la parte del PAN que votó, junto con PRI, Verde y Nueva Alianza, a favor de las leyes secundarias en el Senado.
A su vez, Meyer señaló que no está prohibido del todo que empiecen a tender sus tentáculos las televisoras.
Destacó el papel que tuvo en el debate el panista Javier Corral a quien comparó con lo que hace años fue Porfirio Muñoz Ledo.
“Corral en materia de argumentos está no tan solo pero es la voz más articulada”, mencionó.
Al PRI lo catalogó como el mismo partido de Estado del pasado que, con el apoyo de un grupo cercano a Calderón, votó la legislación secundaria, en un aire de concertación en momentos claves.
El historiador resaltó el hecho de que mientras a Carlos Slim -el hombre más rico de México- sí lo tocaron las reformas, a quienes no pudieron hacerle nada fue a las televisoras; “el más rico no es el que más ganó”.
“Las televisoras se pudieron defender mucho mejor, no les tocaron, hasta se les dieron más cosas de las que necesitaban… hay algo cualitativo en la televisión: la capacidad de ser instrumento político, eso Slim no puede… le tienen temor a Televisa y no a Slim, Slim no los puede castigar”, expuso y recordó cuando una televisora borró la cara de Santiago Creel, entonces funcionario del gobierno de Vicente Fox.