LA PGR PUDO IMPEDIR MATANZA DE SAN FERNANDO
Un expediente del cabecilla de Los Zetas Jesús Enrique Rejón Aguilar alias “El Mamito”, indica que desde 2006 la PGR lo tenía ubicado, y también que sabía de la existencia del campo de entrenamiento de ese grupo criminal en San Fernando, Tamaulipas, donde fueron localizados al menos 193 cadáveres en fosas clandestinas y otros 72 indocumentados fueron asesinados. Pero no fue hasta cinco años después y al menos 265 homicidios, que detienen a “El Mamito” y que La Marina entra a San Fernando.
Sabían dónde vivía, qué automóvil conducía, que organizaba matanzas en Monterrey, que entrenaba a Los Zetas en el mismo lugar donde este año encontraron 193 cadáveres, pero inexplicablemente tardaron cinco años en aprehenderlo.
Sin duda, este expediente demuestra que la omisión o la corrupción de las autoridades son factores que dejaron crecer el fenómeno que hoy consume al país.
Porque la PGR conocía con tiempo y espacio la ubicación del tercer cabecilla de Los Zetas y contaba con órdenes de aprehensión desde 2002, bajo los folios de la Averiguaciones Previas: PGR/SIEDO/UEIDCS/215/2004, PGR/SIEDO/UEIDCS/304/2004 y PGR/UEDO/378/02.
Rejón Aguilar, detenido el 3 de julio pasado, es el tercer líder de esa agrupación criminal y que fue parte de “Los 14” militares desertores que fundaron Los Zetas desde finales de los 90, cuando todavía eran el brazo armado de El Cártel del Golfo.
Según este expediente, la PGR sabía desde 2006, con fecha y ubicación, los movimientos de Rejón Aguilar en el corredor de Tamaulipas.
Incluso, aparentemente trató de detenerlo, pero en una incursión inocente de las autoridades huyó por una puerta trasera.
Una bitácora del expediente da cuenta de cómo monitoreaban a “El Mamito”, e incluso el día, la hora y la carretera por la que se trasladaría a San Fernando, Tamaulipas, para entrenar a Los Zetas.
El mismo sitio donde cinco años después encontraron 193 cadáveres sepultados en fosas clandestinas.
Si la PGR o el Ejército hubieran reventado ese campo de entrenamiento, es muy posible que habrían evitado esos 193 asesinatos.
Muertes que según los peritajes de los cadáveres, ocurrieron con violencia. Desde mutilaciones, torturas y homicidios a golpes, hasta prácticas de tiro con objetivos vivos.
El expediente tiene fotos en diversas etapas de la vida de Rejón Aguilar, así como sus huellas dactilares e imágenes de su casa y de sus escoltas.
En el apartado de las observaciones, que es una bitácora de los movimientos de “El Mamito”, dice literalmente: “(4 de mayo de 2006). El 27 de abril de 2006, Rejón Aguilar se encontraba en una casa del municipio de Díaz Ordaz.
“Al parecer, actualmente se encuentra en el municipio de San Fernando, donde existe un campo de entrenamiento donde existe un campo de entrenamiento el cual es utilizado para concentrar a los miembros de la organización que le han robado a la misma, para ser utilizados en las tareas o misiones más riesgosas”.
Y más adelante dice: “La familia de Rejón Aguilar, la tiene en Nuevo Guerrero.
“(9 de mayo de 2006). Rejón Aguilar se encuentra en San Fernando, Tamaulipas, y va a viajar a Díaz Ordaz”.
Los detalles de sus movimientos en el campo de entrenamiento y en su casa de Díaz Ordaz continúan en la bitácora, donde se deduce que es posible que intervinieran los teléfonos de “El Mamito”.