Lunes 26 de Septiembre del 2011.
Distrito Federal- La aparición del cadáver decapitado de la editora Maria Elizabeth Macias en Nuevo Laredo, Tamps. refuerza el clima de temor entre los Periodistas en el noreste de México y podria ser una nueva advertencia para aquellos que informan de la violencia a través de las redes sociales.
Incluso prevaleció el silencio sobre el tema en los medios de comunicación de aquella entidad, incluyendo al diario Primera Hora, en el cual, según la Procuraduría de Tamaulipas, la víctima era jefa de redacción.
Luego del comunicado oficial del Gobierno de Tamaulipas, en el que se confirmó el asesinato de Macías, quien fue encontrada decapitada, la Procuraduría del Estado mantuvo total hermetismo sobre el caso.
“La Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas lleva a cabo las investigaciones correspondientes”, fueron las últimas palabras del Gobierno sobre el caso.
Organizaciones no gubernamentales y de derechos humanos en Tamaulipas también rechazaron dar opiniones sobre el hecho, argumentando preferir mantenerse al margen de “temas delicados”.
Ayer, el periódico Primera Hora de Nuevo Laredo no le dedicó ni una línea en su editorial al tema y tampoco publicó la muerte de la periodista. El medio sólo se refirió al hallazgo de un cuerpo decapitado de mujer “sin identificar”.
Otro de los pocos medios que se refirió al caso (sin citar que la víctima era jefa de redacción) fue el portal de noticias Hoy Laredo Noticias, con la nota titulada “Aparece decapitada en la Paseo Colón”.
Además, los periódicos más importantes del estado como El Expreso, El Mercurio y El Diario, de Ciudad Victoria; El Bravo, de Matamoros o El Mañana, de Reynosa, tampoco dieron a conocer el homicidio, a pesar de que el hecho fue confirmado por la Procuraduría el pasado sábado a las 10 de la noche. En Twitter el tema sí fue difundido.
Condenan homicidio
El Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos) lamentó el crimen y afirmó que el Estado mexicano debe poner a operar el mecanismo de protección comunicadores y defensores de los derechos humanos.
Brisa Solís, directora de Cencos, dijo que se requiere investigar todos los casos de los comunicadores asesinados por el crimen organizado. “Los periodistas están viviendo momentos delicados”, mencionó la activista.
Para el Comité para la Protección de los Periodistas, representado en México por Mike O’Connor, es demasiado pronto para saber si el crimen se debe a las actividades de la periodista. Aseguró que en Tamaulipas “no hay periodismo confiable desde hace tiempo. Lo que dicen los reporteros que si dices la verdad te matan”.
Para combatir este vacío de información, que no es paliado por las autoridades, muchos ciudadanos empezaron a utilizar redes sociales como Twitter para avisar de las balaceras y otros episodios violentos que ocurren en las calles de este estado limítrofe con Texas.
El riesgo físico que pueden entrañar estas comunicaciones se empezó a revelar el 13 de septiembre cuando un hombre y una mujer aparecieron colgados de un puente también en Nuevo Laredo acompañados de mensajes amenazantes para quien utilice Internet con fines de denuncia.
En México, desde 2000 han muerto 77 comunicadores, nueve de ellos en este año.
Desaparece otro periodista
Daniel Flores Guillén, de 21 años de edad, reportero de la fuente de policía en el municipio Jesús Carranza, Veracruz, fue reportado ante el Ministerio Público por sus familiares como desaparecido, ya que desde el 22 de septiembre afirman no saber nada de él.
El crimen
Desconocidos abandonaron el sábado el cuerpo de María Elizabeth Macías, jefa de redacción del diario local Primera Hora de 39 años, junto a un monumento de Nuevo Laredo y dejaron un mensaje en el que un grupo delictivo se atribuye el crimen, informó la Procuraduría del estado de Tamaulipas.
La muerte de Macías podría ser otro caso de este tipo, ya que el mensaje que le colocaron la identificaba con el seudónimo de “La Nena de Laredo” y afirmaba que fue asesinada por informar sobre actividades del crimen organizado en redes sociales, de acuerdo con reportes periodísticos desde el terreno que señalan que el texto llevaba la firma “ZZZZ”.
Al cártel llamado Los Zetas y a sus rivales del Cártel del Golfo se les responsabiliza de la ola de violencia que vive Tamaulipas desde inicios de 2010 y de la cual, por amenazas no suelen informar los medios locales.