Un mando de la policía capitalina, que fue de los primeros en llegar a las instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex), siniestradas el pasado jueves por la tarde tras un estallido en el edificio B-2, contó un dato revelador: ‘‘El equipo antibombas de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF), que llegó al lugar de los hechos antes que las autoridades federales, logró sacar de los escombros una maleta que en su interior contenía un artefacto color negro con varios cilindros’’.
Lunes 04 de Febrero del 2013.
Aún sorprendido por el elevado número de muertos que observó ese día, y por las decenas de personas heridas, pero sin quemaduras, que vio salir corriendo despavoridas tras la explosión, el policía de la SSPDF –adscrito al sector Tacuba– narra que los expertos que participaron en la recolección de evidencias estuvieron comentando entre sí que era muy probable que la tragedia hubiera sido un atentado.
"De que había una caja negra con cilindros, de eso no hay duda; yo la vi’’.
Aún sorprendido por el elevado número de muertos que observó ese día, y por las decenas de personas heridas, pero sin quemaduras, que vio salir corriendo despavoridas tras la explosión, el policía de la SSPDF –adscrito al sector Tacuba– narra que los expertos que participaron en la recolección de evidencias estuvieron comentando entre sí que era muy probable que la tragedia hubiera sido un atentado.
"De que había una caja negra con cilindros, de eso no hay duda; yo la vi’’.
Lo llevaban encima de una pequeña base. Era una maleta color negro. Al momento en que le muestran a un mando la maleta le abren un poco el cierre y es cuando alcanzo a observar un artefacto negro, del tamaño de una caja de zapatos, como de unos 30 centímetros cuadrados, con por lo menos 8 cilindros de 5 centímetros de diámetro (cada uno) que estaban alrededor y que pudieron contener algún tipo de explosivo. Todo era de color negro o pintado de negro.
Entre mis compañeros, los del equipo antibombas y todos los que estuvimos colaborando, se comentó que se trataba de una bomba. ¡Fue una bomba!, se decía. Una bomba que detonó y otra que no detonó.
Es imposible que haya sido una fuga de gas o un cortocircuito o un fallo en las calderas. Nada de eso es cierto. Fue una explosión provocada. El gobierno está ocultando o tardando en decir la información.