Calderon simula dialogo.
Aunque técnicamente el soliloquio consiste en hablar a solas –y es una voz literaria--, tal parece que el señor Felipe Calderón es lo que se ha empeñado en hacer cada vez que se le sugiere o advierte un cambio de estrategia en contra del crimen organizado.
Calderón presume diálogo o debate sobre sus acciones como jefe del Ejecutivo pero la realidad es que es poco tolerante a las sugerencias y mucho más a las críticas.
Felipe Calderón y el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles se reunieron este lunes en el Castillo de Chapultepec para tratar el tema de la estrategia para la seguridad de los mexicanos.
Narro propuso en concreto un acuerdo nacional, político y social que dé lugar a un giro a la estrategia en contra del crimen. En tanto, Calderón advirtió su permisividad a enriquecer su táctica ya delineada, pero dejó en claro que el Ejército y la Marina, no abandonarán –al menos en lo que le queda a esta administración--, su tarea de cazar criminales. Una de las premisas universitarias es precisamente, que las Fuerzas Armadas regresen a sus funciones naturales, lo cual de entrada, choca con la disposición del señor Calderón.
Cada vez que Felipe Calderón se cita para dialogar con diferentes actores de la sociedad mexicana --incluso familiares que han tomado la voz de las “bajas colaterales”--, advierte que no dará paso atrás en su forma de enfrentar a los criminales, aún cuando esto ha traído un real escenario de violencia, inseguridad y muerte.
¿Para qué fingir un diálogo? Es pura simulación y aún más, hasta actitud dictatorial.
Calderón admite que en su táctica de “guerra” se encuentren similitudes, coincidencias y hasta consensos, pero nunca errores ni críticas.
A la propuesta universitaria de que antes de que termine el mes en curso se concrete un acuerdo nacional, político y social que permita dar un giro a la estrategia de seguridad, Calderón advirtió que cuando se enteró –vía las noticias cotidianas--, de la iniciativa de la UNAM en la que se plantea un “giro inmediato” a la estrategia de seguridad, buscó “carnita” en el texto conocido y halló “algunas cosas que suenan más genéricas, más de propósito”, como ejemplo: “el giro inmediato”.
¿Esa es la disposición de Calderón? ¿Con esa intolerancia y desconocimiento de lo que es una República se atreve a llamarnos a todos los mexicanos a conformar la unidad en contra del crimen organizado?
Nos ha quedado claro. Estamos con Calderón a ciegas o contra él. Esa es el mensaje que envía con su lenguaje verbal, gestual y corporal.
Acta Divina… El presidente Felipe Calderón advirtió en el diálogo entablado con el rector de la UNAM, José Narro Robles que “lo importante es estar siempre abiertos a nuevas ideas, que más allá de los lugares comunes y los propósitos generales, se traduzcan en propuestas concretas, prácticas, realizables y que verdaderamente puedan ponerse en ejecución”.