El sacerdote Alejandro Solalinde dijo que no apelará la decisión del obispo de Tehuantepec para removerlo de la dirección del albergue para migrantes Hermanos en el Camino, esperando que continúen con la misión de apoyar a este sector.
Miércoles 08 de Agosto del 2012.
El sacerdote y fundador del albergue Hermanos en el Camino, Alejandro Solalinde, consideró que la renuncia que le solicitó el obispo de Tehuantepec a la dirección del centro, materializa la insistencia que tenían tanto la delincuencia organizada como algunos políticos, de retirarlo de su labor de apoyo a migrantes.
En entrevista para Noticias MVS primera emisión, el sacerdote declaró que en abril pasado el obispo de Tehuantepec, monseñor Óscar Armando Campos Contreras, le ofreció una parroquia a cambio del centro de apoyo a migrantes ubicado en Ixtepec, Oaxaca.
“Ya pensé bien y te voy a dar una parroquia, le dije: Óscar ¿cómo me vas a dar una parroquia?, si tú me metes a una parroquia yo dejaría de atender a los migrates. Me dijo: tú atiende la parroquia y el tiempo que te sobre se lo vas a dar a ellos. Le dije no, yo no voy a hacer eso, si tú me pides que te entregue el albergue lo hago y me contestó ¿lo tomas o lo dejas?”, relató el sacerdote.
Solalinde se dijo consternado por la decisión, pero indicó que no apelará la decisión del obispo.
“Sí pienso obedecerlo, nada es mío, no soy indispensable. Le voy a entregar el albergue, todo notarialmente, para que él disponga lo que sea”, declaró el sacerdote quien confía en que el monseñor Óscar Armando Campos Contreras continúe con la misión.
Lamentó que en la diócesis no haya habido espacio para un sacerdote como él, pero advirtió que desde una trinchera laica seguirá con la misión de apoyar a los migrantes en su paso por México.
El sacerdote que se calificó como “un estorbo de respeto para el asentamiento de la delincuencia organizada” afirmó que es un pretexto que digan que el quiso ser protagonista ante los medios de comunicación, pues señaló que él nunca solicitó la cobertura que le dan los medios informativos a su labor.
Información: Aristegui Noticias.
Puedo luchar contra cárteles, pero no contra mi Iglesia: Alejandro Solalinde
Anuncia que dejará el albergue Hermanos en el Camino por presiones del obispo Óscar Campos
Puedo luchar contra cárteles, pero no contra mi Iglesia: Alejandro Solalinde
El jerarca considera que
soy un mal ejemploy busca terminar
con protagonismos, denuncia el cura
Fernando Camacho y Octavio Vélez
Reportero y corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 8 de agosto de 2012, p. 14
Miércoles 8 de agosto de 2012, p. 14
Alejandro Solalinde informó que dejará la coordinación del albergue Hermanos en el Camino, situado en Ciudad Ixtepec, donde se auxilia a migrantes indocumentados en su paso hacia Estados Unidos, a petición del obispo de la diócesis de Santo Domingo Tehuantepec, Óscar Campos Contreras.
El religioso dijo que Campos le pidió que renuncie en noviembre para poder darle una parroquia, porque ese mes concluye su comisión en la Pastoral de la Movilidad Humana de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), y así
terminar con protagonismos.
El obispo
nunca me ha dado su apoyo. De hecho nunca ha hecho una visita pastoral, y no tengo que hacerle una invitación porque ese albergue está bajo su responsabilidad, afirmó Solalinde en entrevista con La Jornada.
En el fondo, pedir mi obediencia para que tome una parroquia significa que yo invierta el tiempo para su administración, y me la pasaría celebrando misas y misas y no podría estar con los migrantes. Lo que me da una tristeza profunda, y he llorado por eso, es que el obispo es incapaz de ver el fondo de la fe. Él no es capaz de ver el paso de Dios en mi misión, en mi vida, en lo que yo hago, lamentó.
Más allá de lo que pueda ocurrir con él, Solalinde manifestó su preocupación por el equipo de laicos que dirige el albergue para migrantes. “El clero ha sido tremendo para apabullar a los laicos, y no a los que dicen ‘sí, señor obispo’ y le besan la mano, sino a los que han crecido por la defensa de los pobres y defienden la justicia”.
–Si le piden que deje su trabajo, ¿lo va a hacer?
–Sí, le voy a dejar el albergue a quien él me diga ante notario público, pero lo que no voy a hacer es meterme a una parroquia para que me absorba todo mi tiempo. Digan lo que digan, esa no es hoy una instancia de evangelización, sino de aspectos burocráticos, de oficina.
Lo que me da una tristeza profunda, y he llorado por eso, es que el obispo (Óscar Campos Contreras) es incapaz de ver el fondo de la fe. Él no es capaz de ver el paso de Dios en mi misión, en mi vida, en lo que yo hago, lamentó Alejandro SolalindeFoto Humberto González
La gente está en la calle, y en las misas hay muy poca gente. Voy a obedecer lo que me diga el obispo, pero a mi conciencia no la voy a desobedecer. Me tendrá que disculpar, pero no puedo abandonar a los pobres. Voy a seguir mi trabajo pastoral, aunque no sé dónde.
El religioso subrayó que no le importaría si es suspendido como sacerdote por el obispo Campos Contreras en caso de no asumir una parroquia, y consideró que se le ha exigido su renuncia para dar un mensaje a los demás sacerdotes por si intentan realizar una labor similar.
Prefiero ser laico que ser parte de la burocracia; ya no me satisface el culto pagado. Seguiré dedicándome de tiempo completo a esta misión. Me parece curioso que esto venga desde el interior de la propia Iglesia; quizá lo que quiere el obispo es meterme a su estructura porque soy un mal ejemplo para los sacerdotes, aventuró.
Con respecto a la situación de apremio que viven diversos grupos de apoyo a los migrantes indocumentados, Solalinde estimó que este grupo vulnerable
sigue siendo una mercancía; entonces hay presionar para que se vayan personas de la Iglesia que no dejan hacer el negocio. En Ciudad Ixtepec no ha pasado el peligro de que vuelva la delincuencia y haga de las suyas con los migrantes.
–¿Tiene miedo?
–No tengo miedo; tengo un dolor muy grande, porque puedo luchar contra los cárteles, contra Los Zetas, contra los funcionarios públicos, pero no puedo luchar contra mi Iglesia. Me gustaría mucho que el obispo entendiera que la Iglesia está hecha de estructura y carisma: la estructura es la parte que organiza y da estabilidad, y el carisma es la vida, y va de abajo hacia arriba, y no puede ser que desde la estructura se mate la vida.