Se les peló
José Cárdenas
PELADO. El gobierno anda mal y de malas. Jorge Hank quedó libre dos veces el mismo día. Se le peló. Como la PGR no pudo retener al empresario caliente, le aventó “el bulto” al gobierno de Baja California. Seguramente pensaron: si este se va, ya no regresa. Lo arraigaron por ser responsable de un homicidio. Un testigo protegido acusó a Jorge Hank Rhon de participar en el asesinato de Angélica Muñoz Cervantes. Quien fuera novia de su hijo Sergio Hank Krauss. La mujer de 24 años fue asesinada el 13 de agosto del 2009 en Tijuana de dos tiros en la cabeza. El testigo señala que Hank dio la orden directa de matar a la mujer. Pero el juez negó el arraigo y el señor de las apuestas volvió a ganar. Esta en su bunker-residencia de cinco mil metros cuadrados, lamiéndose algunas heridas. Brindando con tequila curado con cola de serpiente de cascabel. Jodido pero contento. Riéndose al último. Riendo mejor.
RIDICULAZO. El Tijuanazo fue la versión recargada del michoacanazo. Vaya “oso” de la PGR. De nada valieron las 88 armas y los 9 mil cartuchos. De nada sirvió que el Ejército detuviera a diez de sus guaruras en supuesta flagrancia. Poco importó que dos armas estuvieran relacionadas con dos homicidios. Jorge Hank Rhon fue liberado por falta de pruebas. La PGR ni siquiera pudo fincarle el cargo de “mal gusto agravado”. ¿El fallo de la juez confirma que las armas fueron sembradas o cómo? ¿A quién pertenecen las 49 armas de uso exclusivo del ejército? ¿Y las otras 29 sin permiso? ¿Y las armas homicidas? La Procuraduría General de la República escupió al cielo.